l comité del Congreso que investiga el ataque al Capitolio del 6 de enero le faltaba una pieza clave del rompecabezas: el testimonio de alguien que ofreciera un relato en primera persona sobre la situación en la Casa Blanca en las horas previas y durante el ataque.
Este martes, Cassidy Hutchinson, una exasistente de quien fue jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, llenó los espacios en blanco.
Su testimonio ha pintado una imagen devastadora sobre el expresidente Donald Trump.
La mujer acusa al exmandatario de agarrar el volante del automóvil en el que viajaba y luchar contra un agente del Servicio Secreto en un intento de desviar su caravana de seguridad al Congreso, donde sus correligionarios lideraban una insurrección.
Trump, en su nueva red social autogestionada, ha negado los hechos.
En esta nota te presentamos las revelaciones clave del testimonio de Hutchinson.
Ignoraron la amenaza de violencia
Muy temprano en el proceso, el comité hizo todo lo posible para establecer que la Casa Blanca y el propio presidente sabían que había una amenaza de violencia el 6 de enero, pero no hicieron nada para detenerla.
Hutchinson sostuvo que Meadows, el jefe de gabinete, le dijo que las cosas «podrían ponerse muy, muy mal» días antes de que sucediera el ataque.
Durante la audiencia, también señaló que los agentes de la Casa Blanca fueron advertidos sobre posibles actos de violencia.
Además, Trump sabía personalmente que los miembros que asistieron a su mítin previo a los estragos en el Congreso estaban armados, porque el Servicio Secreto les impedía el paso.
Pese a las armas, el presidente les exhortó a continuar hacia el Capitolio.
«No me importa [improperio] que tengan armas. No están aquí para lastimarme», dijo Hutchinson que escuchó decir al presidente. «Dejen entrar a mi gente. Pueden marchar al Capitolio desde aquí».
Un presidente enfurecido
Sin embargo, los relatos más fuertes de Hutchinson son de segunda mano.
Ante los legisladores estadounidenses, la exasistente alegó que un funcionario de la Casa Blanca le contó que el presidente insistió en dirigirse al Capitolio después de su discurso.
Cuando se enteró de que su caravana de seguridad regresaba a su residencia, intentó agarrar el volante y forcejeó con un agente del Servicio Secreto.
«Soy el [improperio] presidente», dijo Trump, según Hutchinson. «Lléveme al Capitolio ahora».
Pero una fuente cercana al Servicio Secreto le dijo a CBS News que tanto el agente como el conductor que viajaba en el automóvil con Trump están dispuestos a testificar bajo juramento que el expresidente no atacó físicamente a ninguno de ellos y nunca intentó agarrar el volante.
Hutchinson también indicó que el expresidente mostró aprobación ante los reclamos de los atacantes del Congreso para «colgar» al exvicepresidente Mike Pence.
«Él piensa que Mike se lo merece», dijo Hutchinson.
«Él no cree que estén haciendo nada malo», agregó.
En la sala de audiencias del Congreso, sin embargo, fueron explosivas.
Los miembros del comité utilizarán el testimonio para presionar a los altos funcionarios de Trump que hasta ahora se han negado a hablar, como el principal abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone.
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