En las profundidades del sur se ubica Pedernales, una provincia que posee uno de los más grandes tesoros de la República Dominicana: sus playas.
A pesar de los kilómetros que deben ser recorridos para llegar hacia los destinos más atractivos o concurridos, y en los que se basa este escrito, Bahía de Las Águilas, La Cueva y Cabo Rojo, aquellos que visitan estos lugares describen el trayecto como un viaje que vale la pena realizar.
Imagine que ya recorrió por horas la pista y se encuentra en el punto de desvío del camino al pueblo de Pedernales en dirección a estos tres destinos. Al tomar esta ruta, la primera parada es Cabo Rojo, cuya representación es una travesía rodeada de arena roja, que hace justicia a su nombre.
Dentro de lo que más se destaca en ese camino está la cercanía con la naturaleza y vegetación.
Muchos visitantes aseguran que aunque el camino no se encuentre “en las mejores condiciones”, ya está en su fase de reconstrucción y son adversidades que vale la pena soportar por el destino final.
Una parada casi obligatoria es La Cueva, un destino que cautiva por su playa y espacios para acampar, porque posee diferentes casas de campaña para amanecer a la orilla de la playa y también cuenta con un restaurante a disposición de todos los visitantes, con precios que alcanzan hasta los RD$ 1,850 pesos, sin impuestos incluidos.
La Cueva representa uno de los puntos más importantes, porque se encuentra aproximadamente a 10 minutos de Bahía de Las Águilas, por carretera; y alrededor del mismo tiempo en yola, que es el transporte más utilizado.
Para trasladarse en yola desde una playa a otra el precio figura en los RD$ 3000.00 pesos por persona. Ante esto, una de las quejas frecuentes de los turistas es que es bastante caro y que en ocasiones utilizan el argumento de que por tierra es muy difícil llegar a la bahía para garantizar más viajes.
Viaje por tierra a Bahía de las Águilas
La visita a esta playa optando por usar la carretera es descrita como una “experiencia inolvidable”, por su conexión con la naturaleza y el ofrecimiento de un recorrido entre las montañas.
A través de la vegetación, la memoria y los aparatos electrónicos se van capturando imágenes conformadas por el azul del cielo, el verde de los árboles y también los pájaros.
Sin embargo, la belleza del camino no impide que sea peligroso; por eso, expertos explican que al elegir esta opción de llegada a la playa es necesario contar con un vehículo 4×4 o que esté capacitado para subir caminos rocosos y empinados, debido a que puede provocar deslizamiento.
Al momento de llegada, sus aguas, la arena y el entorno se convierten en algo cautivador.
“Me gusta Bahía de Las Águilas por su tranquilidad y belleza, a pesar de la distancia a la que se encuentra”, fueron las palabras de una de las visitantes, cuyo nombre no quiso ser revelado.
De igual manera, otros visitantes indicaron que volverían en más ocasiones a la bahía, pero preferían que para cuando lo hagan las carreteras se encuentren en mejores condiciones.
Situación actual de Bahía de Las Águilas
A pesar de su encanto y todo lo que tiene para ofrecer, esta playa también se encuentra amenazada por quienes la frecuentan, debido a que su entorno se encuentra cargado de desechos en algunos puntos.
La cantidad de basura acumulada en algunos lugares de esta playa es producto de los mismos artículos que llevan los visitantes, pues no es un espacio que esté ‘completamente’ comercializado, y las personas deben llevar sus alimentos.
Al indicar que es un lugar que no está completamente comercializado se hace referencia a que hasta el momento es una playa que solo cuenta con un pequeño puesto para vender cocos o algún snack rápido que pueda ser requerido.
